Laberinto de rosas y espinas

Los trapos que la cubren se le pegan al cuerpo mientras correy yo, como una sombra azabache, sigo silencioso sus pasos y me pierdo en el laberinto de rosas y espinas. ¿A dónde fue, en qué país está mi amada?, que posee una belleza más que humana, una belleza del alma.Su lenguaje viste el trajeSigueSigue leyendo «Laberinto de rosas y espinas»

Mi pedacito de cielo

El día comienza tarde, famélicoEl cielo azul oscuro y gris incita al doliente a dejar de sentir por unos segundos, cuando cae la lluvia.En la esquina vacía de mi habitación, el fantasma de mi princesa me mira emocionada, agitando sus extremidades conectadas. Casi puedo escuchar la melodía de su canción:Si por la noche se escuchaSigueSigue leyendo «Mi pedacito de cielo»

                         ZILA

Sangre en los pétalos de las rosas Perfume a limón en los campos grises,los pasos oscurecen el paisaje.Me he convertido en un valle de sombrasEn un frío y solitario espectro de aireque camina errante hacia la nada. El pulso de las bestias acechando, estoy segura que susurran con desprecio mi nombreLos escucho respirar acelerados ySigueSigue leyendo »                         ZILA»

La ventana del siniestro

Alteración anímica producida por tu hipnótica mirada tristeAtenuó los colores oscuros de la imaginación. Quisiera verteno para soltar la soledad que ya he aceptado hace tantos años, no,deseo abrazar nuevamente el amor de mi vida pasadapero solo hay tumbas en las flores Alteración social que me desenfoca de mi terrible realidadapagando la presencia de recordar.AmarSigueSigue leyendo «La ventana del siniestro»

ESPACIOS EN BLANCO

Dentro de la habitación donde escribo como pasan mis días, los ojos de medusa del señor rojo me convierten en piedra.—¿Cómo estás hoy? —pregunta amablemente mientras se asegura con la mirada que esté bien. — Veo que has avanzado en tu escritura, debes terminar lo antes posible.Desliza una bandeja de comida y agua debajo deSigueSigue leyendo «ESPACIOS EN BLANCO»

Muero de día

Las palabras que escupo solo decoran el llanto desapacible de la angustia que no logro contener.Una pulcrísima oscuridad amenaza con cubrirlo todo y un sollozo extraordinariamente largo se hunde en el abismo más profundo de mi propio espíritu abatido.¿Cuántos años más debe la soledad destrozar mi alma para finalmente desaparecer en la eternidad de laSigueSigue leyendo «Muero de día»

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