Pasa la edad muda,
la piel, la calle sin nombre
y el dolor…Oculta la noche.
Miro la distancia sin romperla
ni comprenderla,
mientras se escuchan
risas en las esquinas,
y me siento como ave perdida
clasificada invisible,
mientras todo se rompe
a mi alrededor.
Hoy cambié el viejo color gris
por el verde que duerme,
nadando descalza,
confusa, suponiendo siempre.
Por si aun sientes,
por si reconoces el latir
de mi corazón y una mirada tuya
se pierde en mí,
haciéndome volver
a ese futuro que tanto anhelo.
Remedios G. Tenza